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La crisis mundial de salud y la aceptación globalizada de generar un encierro voluntario de las familias, para evitar incrementos de contagio de Corona Virus, COVID – 19 ha llevado a visibilizar un problema latente e irresuelto: la VIOLENCIA MACHISTA; lamentablemente en Bolivia las pocas medidas tomadas por el Gobierno de facto han sido tardías y no se ha tomado en serio la situación de riesgo en la que se encuentran las mujeres y las niñas. Es por demás sabido que la violencia y feminicidios en el país siempre fueron alarmantes y para ello se tomaron medidas para acelerar la implementación de las leyes promovidas desde las organizaciones de mujeres, medidas a las que, lamentablemente, no se dieron seguimiento y no se profundizaron.

Esta situación, no solo se mantuvo, sino se agravó en la actual cuarentena, muchas de las mujeres se vieron obligadas a convivir la misma con su agresor dentro de sus hogares, tal como lo han manifestado los datos presentados en los  medios de comunicación, el Ministerio Público, entre el 21 de marzo y el 12 de abril del 2020, habría registrado 545 casos de Violencia Familiar y según la FELCV al 22 de abril registro 1.384 casos, de los cuales 74 derivaron en feminicidios, además del reporte de 33 casos de violación a menores de edad; cifras alarmantes, sin tomar en cuenta los casos que no fueron denunciados, por las limitaciones de la coyuntura actual. Sin duda, el hambre y la desesperación que produce la crisis económica causada por la crisis del coronavirus, aumenta la inseguridad y la violencia machista.

Esta crisis sanitaria, nos ha demostrado que las mujeres son fundamentales a la hora de encarar crisis sociales, que nos conducen a repensar el cuidado de las familias y las precariedades económicas en las que se vive, por lo que el gobierno debe considerar el aporte económico y social que las mujeres están aportando de una manera en esta crisis.

Las mujeres movilizadas, consideramos que con prioridad se generen medidas de prevención y protección, que permitan prevenir y erradicar todo tipo de violencia en contra de las mujeres, durante la cuarentena, como ser:

• Contar con información precisa y responsable, sobre el registro y seguimiento de los casos de violencia intrafamiliar, violaciones y feminicidios, debido a que los datos otorgados por las diferentes instituciones encargadas de esta problemática, varían significativamente y no son integrales.

• Garantizar el resguardo, asistencia integral y protección de mujeres, niñas y las familias que denuncian la violencia, hasta la conclusión de la cuarentena, y posteriormente.

• El gobierno, a pesar de su carácter de facto, debe dar continuidad al Plan de Acción “Contra los feminicidios y la Violencia Machista” y otros planes iniciados antes del golpe de Estado, y que contaban con líneas de acción integrales, efectivas y consensuadas.

• Seguimiento a la efectiva aplicación de la Ley 348 y 1173, sin dar cabida a la malinterpretación y a que los violentos y feminicidas, por el hecho de no contar con sentencias, se acojan al arresto domiciliario significando una nueva amenaza para las victimas.

• Velar por que los funcionarios de la FELCV no sean requeridos en otras tareas referidas a la cuarentena, dejando en situación de indefensión y vacío a los casos de violencia reportados en este tiempo.

• También consideramos fundamental que, como pueblo y organizaciones sociales, debemos estar alertas ante cualquier situación de violencia intrafamiliar y coadyuvar de manera comunitaria.

•  Generar redes de protección y casas de acogida para mujeres en situación de violencia.

• Generar apoyo biopsicosocial para la destraumatización y desvictimización de mujeres que denunciaron la violencia intrafamiliar.

• Destinar mayores esfuerzos a las líneas de denuncia y disponer del personal necesario.

• Priorizar el apoyo a mujeres víctimas de violencia y sus familias en las medidas de apoyo económico.

SOMOS EL GRITO DE LAS QUE YA NO TIENEN VOZ!!!

TU LUCHA ES MI LUCHA!!!

JALLALLA BARTOLINA SISA!!!