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La mañana del 27 de agosto, la Central Obrera Boliviana (COB) realizó la presentación del manifiesto para la salud del pueblo, que es un plan para enfrentar la crisis y la pandemia del COVID-19, denominado “Primero la salud y la vida del pueblo”. La COB conjuntamente con el apoyo de todos los trabajadores de Bolivia y todos los sectores, presentó este manifiesto en razón a que el gobierno transitorio no cuenta hasta el momento con un plan, ni con políticas de salud para enfrentar el COVID-19, en casi 6 meses de la pandemia que ha llevado a una crisis sanitaria y económica al pueblo boliviano.

El Plan preparado por la COB incluye los siguientes principales componentes, claramente establecidos, qué son: Coordinación de salud nacional y la respuesta al covid-19, un componente para la detección, seguimiento, vigilancia y aislamiento del COVID-19; un componente para la infraestructura y equipamiento de centros de salud, hospitales y centros de aislamiento, morgues y cementerios en los 342 municipios del país; un componente de abastecimiento de medicamentos con 15 medicamentos básicos, esenciales y nuevos suministros e insumos, equipos de bioseguridad y vacunas garantizadas para toda la población boliviana; un componente con recursos humanos de especialistas, profesionales, técnicos, egresados y profesionales complementarias en el área de salud; un componente de uso para el fortalecimiento de la medicina tradicional; un componente para la atención básica, intermedia, compleja y gratuita para todos los bolivianos.

Este proyecto, segun la COB, representa una inversión presupuestaria de 515 millones de dólares que alcanza a 3.600 millones de bolivianos. En la mayoría de los países de la región de Sudamérica y Latinoamérica que  desde el principio del COVID-19 han implementado proyectos con mucho éxito, lo que ha posibilitado que los aislamientos sean cortos y tengan un buen funcionamiento de las actividades económicas y que los países no estén asfixiados, como ha ocurrido en Bolivia. En relación a esto, el plan de la Central Obrera Boliviana tiene medidas a corto y mediano plazo que incluye infraestructura hospitalaria, en hospitales de cuarto, tercer y segundo nivel y la industrialización de la salud con medicamentos, equipos, fármacos y oxígeno, todo este planteamiento tiene un costo de 11.000 millones de bolivianos, qué sería sustentado con un financiamiento referente a las grandes fortunas, los impuestos a los grandes ingresos, impuestos a los topes salariales, tazas a la energía eléctrica y tazas a las comunicaciones, que además sea sostenible en un horizonte de 5 años.

“En el plan se propone la creación de un fondo nacional solidario, que va a permitir que en el tiempo podamos acceder a la salud y combatamos esta pandemia y tengamos autoabastecimiento de los medicamentos y que sea sostenible, ya no podemos seguir endeudándonos sin tener fuentes, para que todos los bolivianos salgamos adelante y enfrentemos con soluciones adecuadas hacia el COVID-19”, manifestó uno de los técnicos asesores de la COB a tiempo de complementar que: “En el plan que se presenta se hace las recomendaciones de basta a la politiquería y a la corrupción, a los protagonismos que tienen tanto el Estado como los gobiernos subnacionales, qué andan de una manera descoordinada y no están manejando adecuadamente los recursos, que se tengan unas políticas ágiles, transparentes y directas sin intermediarios para la compra equipos, medicamentos y pruebas, que sean oportunas, y que esto se lleve adelante a través de las instancias correspondientes”.

Por su parte, Juan Carlos Huarachi, Ejecutivo de la Central Obrera Boliviana, manifestó: “Este plan tiene tres niveles a corto, mediano y largo plazo, por eso es importante hacer la presentación y entregar en este momento al gobierno, y el gobierno pueda asumir de acuerdo a la necesidad y requerimiento del pueblo boliviano. No solo estamos trabajando con este proyecto, sino también en el tema de la educación, la lucha del pueblo es exigir un gobierno legítimo porque estamos en un estado de derecho, pero hoy se ve lo contrario y debemos trabajar y que no solo es criticar, al contrario es proponer y  plantear, como el día de hoy estamos proponiendo un plan de salud, que vamos a enviar al gobierno, al poder Ejecutivo, al poder Legislativo e instituciones de salud, tanto al sistema público como a la propia seguridad social, basta de improvisaciones”, concluyó.