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Conmemoramos, con emoción, el Cese de Hostilidades, hace 87 años, de la Guerra del Chaco. Expresamos al Presidente de la hermana República de Paraguay, hermano Mario Abdo Benítez, la más cálida bienvenida y el pedido de transmitir nuestros saludos al pueblo paraguayo.

En la Guerra del Chaco, Bolivia descubre a su verdadero enemigo: las clases antinacionales y el imperialismo. También descubre que la propiedad soberana de los RRNN, es razón suficiente para sacrificar la vida, antes que entregarla a la angurria de potencias extranjeras.

Hoy, los pueblos y gobiernos de nuestro continente son cada vez más conscientes de la necesidad de actuar unidos, por encima de diferencias circunstanciales, sin exclusiones de ningún tipo; pues nadie tiene derecho a sacar del escenario americano a nadie.

Hacemos propicia esta oportunidad para reiterar al pueblo de Paraguay, a través de su presidente, nuestro compromiso de continuar avanzando en este largo camino del Ñandereko, de la vida en armonía, de la paz y la concordia.